2. La celulosa y el problema de la deforestación.

La celulosa es un polímero formado por moléculas de glucosa. Se encuentra en la madera de los árboles y arbustos y se utiliza tanto en la industria papelera como en la fabricación de celuloide.
La producción de celulosa plantea graves problemas medioambientales, como la contaminación y la deforestación.
Se produce contaminación ya que, por ejemplo, la fabricación del papel contribuye al efecto invernadero y a la contaminación del agua con sulfuros y compuestos orgánicos clorados.
Por encima del problema de la contaminación está el de la deforestación. Éste trae consigo la pérdida de sumideros de CO2, los cuales impiden la desertización. Además, los bosques ayudan a mantener un adecuado nivel de humedad atmosférica y forman grandes ecosistemas, que dependen de la biomasa mundial.

Esta maravillosa naturaleza se encuentra en peligro por las siguientes actividades: industria de la madera y de la celulosa, tala indiscriminada, prácticas agrícolas y ganaderas que convierten el suelo en yerno, la construcción de carreteras y presas, etc...

Las consecuencias de la explotación forestal son espantosas: la selva tropical se ha reducido a menos de la mitad, las necesidades económicas de los países del Tercer Mundo y la probable desaparición del cinturón verde ecuatorial que rodea el mundo.



2.1) Plantaciones forestales.
Las multinacionales que trabajan con la madera han sido acusadas de reducir los bosques occidentales y de expandir los problemas a los países del Tercer Mundo. Las empresas se han defendido diciendo que compensan las talas con plantaciones forestales.
Esto causa un caluroso debate por diversas causas:

1- No llegan a ser sumideros de CO2
2- Los habitantes del Tercer Mundo tienen que abandonar las tierras donde se van a impulsar las plantaciones y establecerse en otras, por lo que tendrán que talarse árboles de todos modos.
3- Las plantaciones forestales, al ser monocultivos, reducen la biodiversidad.

El protocolo de Kioto incluye condiciones para regular las plantaciones.
Las empresas productoras de celulosa están abusando de plantaciones como el pino y el eucalipto, lo que tampoco es del todo bueno.

Pino

Eucalipto

En el caso del eucalipto, su introducción en un ecosistema distinto provoca alteraciones, ya que sus raíces se propagan con rapidez arrebatando la humedad de las demás especies y segregando sustancias que impiden su crecimiento y germinación.

Pienso que si todos pusiéramos un poco de nuestra parte y no malgastáramos tanto papel, muchos árboles no serían talados ni sustituidos por otras especies como el pino y el eucalipto, que como ya se ha dicho en el párrafo anterior, provocan alteraciones que no son buenas para el medioambiente porque impiden que las especies de ese entorno puedan llevar a cabo su crecimiento y germinación con normalidad.