jueves, 10 de mayo de 2012

5. La gestión de los residuos.

La generación de residuos forma parte de la vida. Todo lo que se consume pasa por una digestión y metabolización, originando residuos.
En la actualidad hay una enorme cantidad de residuos sólidos urbanos (RSU). Esto se debe a los nuevos materiales, al exceso de embalaje y al aumento del consumo.
Aunque esta basura fuera orgánica (biodegradable), la naturaleza sería incapaz de absorber tal cantidad de residuos.
El sistema tradicional de tratamiento de RSU es el siguiente: Se recoge la basura y se traslada a un vertedero o se incinera. Esto hace que la basura se descomponga y produzca lixiviados y gases.
Los gobiernos municipales han incluido vertederos controlados, en los que la basura se deposita en capas y se tapa con arena para que no acudan las ratas ni se produzcan malos olores. Además, se desvían los lixiviados a una planta depuradora y el metano a una generadora de energía eléctrica.
La incineración es una opción aceptable siempre que se tomen precauciones para evitar la difusión de productos tóxicos.
Los ayuntamientos municipales han dado el paso de poner a nuestra disposición puntos limpios y servicios de recogida de basura, además de contenedores selectivos. También tenemos a nuestra disposición los contenedores tradicionales y de aceite y pilas.

Contenedores tradicionales.

Contenedor de aceite

Contenedor de pilas


¡¡EL SIGUIENTE PASO ES EL NUESTRO!!

5.1) El compostaje de los residuos orgánicos.
El compostaje consiste en la descomposición de la materia orgánica en presencia de oxígeno, humedad y temperatura controladas.
El compost es abono natural muy apreciado para los agricultores que se demanda en la actualidad para potenciar la agricultura ecológica.
El problema del compostaje es que es imposible garantizar que los residuos orgánicos estén libres de metales pesados y de otras sustancias tóxicas. Por eso, es fundamental no tirar pilas o baterías descargadas en la basura, porque en el proceso de separación se pueden colar pequeñas pilas de botón.

5.2) El reciclaje del vidrio.
Es muy importante reciclar el vidrio porque es un material muy estable que tarda muchos años en descomponerse y porque su fabricación requiere un coste energético menor.
El proceso de reciclaje consta de los siguientes pasos:
1) Recogida de la basura y traslado a la planta de reciclaje.
2) Lavado de los envases y desechamiento de etiquetas y tapones.
3) Separación en función del color.
4) Triturado, dando lugar al calcín.
5) Mezcla del calcín con arena, sosa y caliza.
6) Fundición de la mezcla anterior.


Vidrio


5.3) El reciclaje de papel y cartón.
Su reciclado es tan sencillo como el del vidrio; no obstante, es más problemático porque es imprescindible eliminar toda la tinta y porque con el reciclaje las fibras de carbono se deterioran.
Pero las ventajas superan a los inconvenientes: El reciclado del papel contamina menos, consume menos energía, precisa menos agua y PREVIENE LA DEFORESTACIÓN.

Papel y cartón (RECUERDA EN EL CONTENEDOR AZUL)



5.4) El reciclaje de plásticos.
La dificultad de su reciclaje está en la separación.
- Los polímeros termoplásticos son fáciles de reciclar: Se somete a un proceso de triturado que da lugar a la granza, que se funde y moldea. Ej: HDPE.
- Los polímeros termoestables se reciclan a base de disolventes y agentes químicos.
Separar los plásticos es muy costoso, por lo que se está abriendo paso a la madera plástica: mezcla de termoplásticos con madera o metal.

Plástico



5.5) El reciclaje de metales.
Los inconvenientes de la minería son:
-Elevada inversión en materiales y mano de obra.
-Las minas tienen fecha de caducidad y hay que buscar nuevas vetas y abrir nuevas galerías.
-Riesgos laborales de su extracción.
El reciclaje de metales siempre ha interesado ya que es fácil su recuperación y el precio al que los cotizan ha hecho que el negocio de la chatarra genere grandes beneficios.
Las aleaciones ferrosas se reciclan separando los metales del resto de residuos metálicos con un electroimán, que luego se funden y se convierten en lingotes.
Otros metales no son ferromagnéticos, pero su reciclado es también rentable. Éste es el caso del cobre.
El plomo y el estaño son fáciles de reciclar gracias a su bajo punto de fusión y a que, una vez derretidos, se separan fácilmente del resto de impurezas.
Caso aparte es el del aluminio, cuyo reciclaje es más difícil y su calidad depende del lugar de procedencia, por lo que a veces tiene que ser refinado.
El aluminio reciclado ahorra un 95% de energía.
El mercurio es muy contaminante y debemos sensibilizarnos para reciclarlo.

Metales



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